miércoles, agosto 26, 2009
Del por qué algunos hombres se comen las uñas
En el principio no había razones para matar. Cuando las hubo, los asesinos cargaron con el hecho de tener las manos manchadas con sangre. Y trataban de ocultarlo, inquietos por el remordimiento. De aquello surgió la noble disciplina de lavarse las manos, llegando a ser el aguamanil importantísimo, tanto en cenas reales como en meriendas de venta. De tan practicantes y asiduos a la higiene, muchos asesinos conseguían una muerte honorable, con la conciencia tranquila y las manos impolutas.
Pero la culpa es inmortal: al volver a la vida, se muerden las uñas.
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Creo que este texto ya tiene su tiempo, ¿o no? De todos modos, es uno de los que me gustan. Es sencillo y profundo a la vez, centrado en los detalles. Monterrosiano, pero lo suficiente para ser tuyo.
ResponderBorrarAmbos (el de hoy) son viejos, viejos. En su momento Olavarría y la gente del taller de Javier Bello lo encontraron "no más que un chiste", pero efectivamente creo que la segunda lectura puede aportar detalles interesantes. Gracias, mi fiel lector
ResponderBorrareste me gusto
ResponderBorrarte leere mas seguido!
saludos
Paula A