jueves, julio 26, 2007


Ciruelos gemelos
Tarde florece uno
Temprano el otro

(Yosa Buson)

Luche


Subjuntivo. El modo subjuntivo es el modo de lo virtual, ofrece la significación del verbo sin actualizar y a él pertenecen las formas verbales con las que el hablante considera la acción o proceso como algo irreal, como un hecho que existe en su pensamiento pero al que no puede atribuir fuera de éste, existencia real con seguridad: Espero que estés en casa; Ojalá lo hagas; Acaso vaya. Luche. Subjuntivo.

Luche (conocido en Argentina como rayuela - sí, la novela hace un guiño con eso -) juego que nació como representación del proceso vital, según un sacerdote español [más info]. El juego encarnaría, tendría un símil, con el deambular del hombre, errabundo, hasta llegar al cielo.

Representaciones.

Todo se complica ya has logrado pasar el estado de difícil equilibrio entre un casillero y otro, has logrado superarlo, lanzas de nuevo el tejo y cae justo al límite, en el margen mismo de una serie de casillas. Entonces se hace imposible llegar al Cielo.

Y te quedas, en equilibrio, contemplando a ver si el tejo se va de un lado a otro, ahí, en una pata, en una pata de pollo.

lunes, julio 23, 2007

Soñaremos con ovejas electrónicas...

No tengo la novela a mano pero se recuerda una de las secuencias que se salvan de ella: Deckard y su esposa discuten sobre su programación neuronal del día que comienza. Sí, en Sueñan los androides con ovejas electrónicas, de P.K.Dick, existe una máquina para programar las emociones que se experimentarán durante el día. Si quiero andar relajado por la vida y sin ganas de coquetear con la cajera del supermercado, digito el 78 y listo: andaré todo el día relajado y sonriente (Transantiago incluido) y cuando pase mi comida frente a la hermosa cajera la ignoraré como si fuese una máquina. Y existe además el control social a través de los medios de comunicación, a lo Gran Hermano, a través de unos personajes de corte infantil que abstraen a las personas de la espantosa realidad. Falta el Panóptico para completar el cuadro.

Aterrador, otro ejemplo de la deshumanización a través de la técnica, pero qué más da, es sólo literatura.
Sólo es literatura.
Fíjense en este software:
Como se alcanza a leer, Natura 2.0 es un software de relajación y programación neuronal.
Mientras escribo, corro el demo en mi pc. Me siento increíble (aunque la escritura no lo denote).

El link es obvio. Junten o programen miedo:

Bienvenidos al futuro!!! O debería decir
01000101010111100110010001111100010100101000010111000101010101 !!!

sábado, julio 21, 2007

La fiesta inolvidable (barrabases)



chicos lindos los de la sub-20. lindos. el arrojo de los imberbes. una mirada que no habla de sobrevivir, sino de jugar. y eso es suficiente para volverlos estrellas. dirán que no es mucho en este país de amargo. no sólo aquí. lindos los chicos, alegres, confiados, soberbios. chicos.

la alegría compensa todo, reúne. se junta el carecido con el consentido. y bien. la pelota es transversal. cambia en la calidad de los cascos, en cuánto aguanta la presión, en cuán fácil se pela, si guarda polvo de cemento o briznas de pasto. pero la pelota es la misma. la alegría es la misma. cabros chicos lindos los de la sub-20.

lindos porque nos mostraron alegría, inocencia, buen trato (de balón), pachorra. lindos porque cuando salieron fueron a ganar la copa (de eso se trata un campeonato, no?), se fueron cantando reggaetón desde el país de los neuróticos Meanies, y creímos. ellos la pisan, la amasan, juegan con la cachaña, la pillería del chileno. y creímos.

y claro que fue hermoso. caían los rivales que jugaban. y fue creciendo la alegría. comenzó la fiesta.


como buena fiesta era abierta: se sacaron los parlantes a la calle, se colgaron guirnaldas, papas fritas y maní de las mesas. y los cabros lindos dejaron pasar a todo aquel que quisiera pasarlo bien. y lo pasamos. y caían los rivales, y nos íbamos con sonrisas de los bares, nos abrazábamos con desconocidos. lindo. chicos lindos.

Pero es una fiesta abierta. y conocemos sus peligros.

primero entraron los indeseables de siempre. los paracaidistas, que llegan borrachos e intimidan a los que sólo la pasan bien. llegaron los que ponen su propia música, lo que se meten a tirar en tu baño. pero da igual, es una fiesta, es parte de. démosle, sigamos jugando.

y cayeron tantos rivales que llegamos a semis. aquí la cosa se vuelva linda, con esa belleza que tiene la miseria inocente. aquí la fiesta es distinta. es importante. semis. en un mundial. y jugando bien, ganando. no pasando a la chilena (empatar porque así no se ofende a nadie), ganando.

los cabros lindos ritualizaron. se maquillaron, se pusieron sus mejores trajes. se pintaron los pelos, se hicieron raros peinados nuevos. es que esto es especial, y hay que mejorarse, enchularse. esto no se vive todos los días. nos estarán mirando, podemos enganchar con una chica guapa, nos tenemos que mostrar. eso tiene cierta belleza inocente de la miseria. de la precariedad. los argentinos están acostumbrados. es un partido más para llegar al objetivo. ni pragmatismo, es normalidad. el cumpleaños de la prima v/s la fiesta mechona, de grandes, a la que te invita el hermano mayor.

y la fiesta fue como tiene que ser. mucho exceso, mucho nerviosismo. ebrios por el triunfo, por el juego. recuérdese: chicos lindos, ingenuos, que juegan. juegan. alegría, sueño. nos hicieron creer. pero recuérdese: una mirada que no sabe de sobrevivir. estos chicos no habían visto aún la guerra. la guerra en serio. la guerra sucia.

una de las cosas que da bronca es cómo lo incorrecto mata el sueño. el pragmatismo la fantasía. la trampa el jogo pillo. y los cabros se pusieron chúcaros. era que no. no es justo, es frustrante. el codacillo que nadie ve, la falta exagerada. todos lo vimos. la inteligentza criolla. y un ebrio frustrado es peligroso. golpea a diestra y siniestra. expulsa los años de, se le roba el pan de la boca y no llora, patea, se golpea contra los muros, choca con las otras parejas. nos robaron. nos pegaron. se burlaron de nosotros.



el partido me recordó una escena repetida: la chica pobre, enamorada del rico; el rico la invita a la fiesta, llega arregladita con sus miserias, bonita, humilde; no se sabe comportar; los otros ricos la burlan, le enrostran su miseria; la niña pobre corre llorando, humillada; el rico no sabe qué hacer, no puede hipotecar su clase; la niña se sube a un taxi entre lágrimas, no tiene cómo pagar, el chofer abusa de ella en un recoveco oscuro; llega a su casa, esconde el dolor, estuvo todo lindo mami, hubieses visto, no mamá, los ojos? no, no he llorado, puede que se me haya subido la champán, todo bien mamá, todo bien, todo súper bien. Carlos? si, no se atrevió a pasar. estuvo todo tan lindo, tan tan lindo, mami...



por eso, no los presionen. déjenlos con sus raros peinados nuevos, déjenles la ropa cara y chula, celébrenles el ritual. no le pidan peras al mekano, al sqp. son cabros chicos, cabros chicos lindos. cabros proletas que despeinaron la fiesta cuica de la fifa.

Pa la otra.

viernes, julio 13, 2007

vericuetos de lo posible, vericuetos de lo real


Inútilmente, magnánimo Kublai, intentaré describirte a Zaira, la ciudad de los altos bastiones. Podría decirte de cuántos peldaños son sus calles en la escalera, de qué tipo los arcos de sus soportales, qué chapas de zinc cubren los techos; pero yo ya sé que sería como no decirte nada. La ciudad no está hecha de esto, sino de relaciones entre las medidas de su espacio y los acontecimientos de su pasado: la distancia hasta el suelo de una farola y los pies colgantes de un usurpador ahorcado; el hilo tendido desde la farola hasta la barandilla de enfrente y las guirnaldas que empavesan el recorrido del cortejo nupcial de la reina; la altura de aquella barandilla y el salto del adúltero que se descuelga de ella al alba; la inclinación de una canaleta y el gato que la recorre majestuosamente para colarse por la misma ventana; la línea de tiro de la cañonera que aparece de pronto desde detrás del cabo y la bomba que destruye la canaleta; los rasgones de las redes de pescar y los tres viejos que sentados en el muelle para remendarlas se cuentan por centésima vez la historia de la cañonera del usurpador de quien se dice que era un hijo adulterino de la reina, abandonado en pañales allí en el muelle.

En esta ola de recuerdos que refluye la ciudad se embebe como una esponja y se dilata. Una descripción de Zaira tal como es hoy debería contener todo el pasado de Zaira. Pero la ciudad no dice su pasado, lo contiene como las líneas de una mano, escrito en las esquinas de las calles, en las rejas de las ventanas, en los pasamanos de las escaleras, en las antenas de los pararrayos, en las astas de las banderas, cada segmento surcado a su vez por arañazos, muescas, incisiones, comas.

Las ciudades y la memoria, 3.

Ítalo Calvino. Las ciudades invisibles.


miércoles, julio 11, 2007

Al estilo de Miguelanxo Prado


La luz mortecina cruza de la puerta a la barra del bar. El hombre se acoda, sediento.
-¿Qué quieres?
-Lo de siempre. ¿Es muy tarde?
-Sí.
-¿No vas a darme nada?
-No, nada más. Te está haciendo daño.
-¿Eso es lo que crees o lo que te han dicho?
La mujer saca las borras que quedan. El trapo parece una extensión de su brazo. Sirve un corto, se lo deja. Le mira:
-Sabes que ya no se puede más.
El hombre toma la copa al seco. Chasquea.
-¿Entonces no hay otra? ¿Ninguna más?
-No. Lo siento. De verdad lo siento.
El hombre golpea la barra y maldice para sus adentros. Se levanta, limpia su boca con el puño y se marcha, cayendo su voz, la cuenta y nuevas gotas en la barra del bar:
-Pudimos ser felices, no es cierto?
El paño se detiene. El reflejo se interrumpe por unas gotas de sal.

miércoles, julio 04, 2007

Dos casos de Lyon con Providencia


Antiguo territorio de aventura escolar. Lyon con Providencia continúa como sitio de sorpresas. Distintas a las de cabro que se busca y se siente raro y va a lugares alternativos para adquirir cosas que le ofrece el mercado para identificarse y ser distinto. Ahora voy a pagar cuentas, a otros lugares de objetos suntuarios y simbólicos necesarios para mi vida, y, sobre todo, ando de voyero, parando las orejas y mirando a los actuales adolescentes en su terreno, configurando su campo, corporalizándose como signos, a los oficinistas, a los nuevos, jóvenes profesionales, que no han cambiado en nada su territorialidad desde pendejos, sólo con objetos distintos (nada muy distinto a lo mío, tal vez la diferencia sea el tipo de ombligo), y a la gente, como se comporta en esa vitrina que debe durar un buen número de manzanas, entre Pedro de Valdivia, la costanera, Suecia y Providencia. Pero el lugar no es el tema. Tal vez pronto lo sea. Hoy no. Hoy son casos. Ahora el registro:

1. Pololear(me) en la adolescencia.




Fast scene: Corriendo para variar, paro en el Mcdonald's (sí, lo sé, supersizeme/globalización/fckngyankisgohome y todo lo demás, pero qué carajo, me gustan esas mierdas que se comen en menos tiempo que lo que se compran) y me trago una hamburguesa. Como no traía cargado el mp3, las orejas estaban absolutamente abiertas. Y me encuentro con la siguiente escena frente al espejo:
Un cabro, con esas zapatillas tamaño mono japonés (se infiere todo lo demás no?), echado en el asiento, conversa con su polola (?), escolar, montgomery corto, faldita plisada (bien ché todo). El tema: el nuevo peinado de la niña. O sea, uno de los pilares de la tierna edad, la imagen. Es interesante cómo construyen el yo en el cuerpo. Como imagean el yo posible.

-Esa foto que me mandaste me gustó caleta, la subí al flog. Parecíai otra mina. No sé, el pelo, la cara más larga, como los ojos más chicos, realmente otra mina. Me gustai más en la foto. (la niña, mientras, va poniendo cara de sorpresa, de disgusto, de pena - era que no-)
- Cachai lo que me estai diciendo.
- Eh
[aquí se viene. lo terminan por pelotudo]
- Tu creí?
La niña se toma el pelo, desarma su espantoso jopo, lo vuelve a armar.
- Mmm. Demás
- Me gusta la de la foto.






2. Art attack




En la fila del colectivo (frente al Lápiz López del Mall Panorámico) una chica y su pololo me miran con ojos de plato, no sé si por las barbaridades de mi conversación por celular o por haber nombrado a Baricco en medio de las barbaridades. La chica (para variar, como deben ser las mujeres en todo texto, de extraña belleza: pálida, manos que han trabajado - aunque delicadas, curtidas -, ojos grandes, ligeramente asomados a su rostro largo, delgado, hacia adelante, olfativo. La llaman: voz cariñosa, de niña, ligeramente arrastrada, como de gritar demasiado jugando. Melena corta, Juana de Arco, tal vez Nadja, garçonniere sin fatalidad, abrigo largo, pantalones anchos, botas cortas), ameliana, se entierra en los brazos del pololo (siempre me ha parecido un gesto corporal sencillamente amatorio).
Cuando su novio la deja, se queda mirando por encima - no desdeñosa, sino con esos centímetros de flote que da la música - durante mucho rato, comiendo la escena. Luego, llena el no-hacer de la fila con el intempestivo acto de abrir su mochila, sacar un paquete de té verde chino en bolsitas, y rotular cada uno de los sobres con bolsitas de té con un lema de múltiples lecturas: Mierda, mierda, mierda. Realismo 2007, con una caligrafía dificultosa entre infantil y segura, encuclillada, subterfugial, se arroja la niña campanita a su reto; a su gesto antisistémico; a su intervención contra el new age que - lee - el - tao - pero - se - olvida - de - que - no - se - puede - ser - espiritual - si - el - cuerpo - está - insatisfecho, su mensaje oculto contra los antioxidantes, la necesidad de configurar el mundo a su manera. La niña bella de corte garçonniere (Alicia Liddell tal vez) habla por teléfono mediante su voz aventurera y avisa que se va a bajar. Hace rato que vamos en el colectivo y dejamos ese cuadrante atrás. Aunque como lo llevo escribiendo todo el viaje, me quedo pegado y le entrego un papel para que vea el blog, que hablaré de ella, en un gesto de materializar el retrato (que ella debe haber leído como la sicopatía más atroz, que lo más seguro es que no lo vea y llame al pololo y a carabineros), en un gesto que sólo se hace en ciertos lugares de Santiago, en ciertos sitios de confluencia e inflexión, ciertas heterotopías que construyen nuestras ciudad: el recién descrito, el Paseo Ahumada, Mapocho, Merced, la Estación Central, Balmaceda, en fin. Los escenarios para los personajes. Al fin y al cabo se trata de los personajes. Siempre se dan en un no-lugar. O en un lugar elucubrado. Como este texto, y su lectura.



Bien. Extraoficialmente pasó el bache. De pronto abro los ojos, los oídos y el absurdo ensimismamiento se va. Una golondrina no hace primavera, así que hay que aprovechar la energía para mantenerla. Eso para los conocidos que visitan y se han topado con show de destape a la chilena, un striptease penca (y emocional)

Los extraños pueden volver. Se acaban los lloriqueos y los áccesits de poeta joven.
Bienvenidos nuevo los plátanos orientales.




(puede saltarse el post que sigue y el subsubsiguiente)

domingo, julio 01, 2007

(apología)

El propósito de este blog es comentar la realidad. Sin embargo, me he vuelto un poco sobre mi ombligo. No quiero caer en solipsismos baratos (mal que mal, esto no es un fotolog). Tiene que ver con la memoria, con el registro. Y en cierto sentido, con el apostolado. Ver para aprender, sobre todo los tropezones.
Creo que no ha perdido el norte. Aún.
S.T.

Poema que traduce un sueño

i like my body when it is with your
body. It is so quite a new thing.
Muscles better and nerves more.
i like your body. i like what it does,
i like its hows. i like to feel the spine
of your body and its bon
es, and the trembling
-firm-smooth ness and which i will
again and again and again
kiss, i like kissing this and that of you,
i like,, slowly stroking the, shocking fuzz
of your electric fur, and what-is-it comes
over parting flesh . . . . And eyes big Love-crumbs,

and possibly i like the thrill


of under me you quite so new


(e.e. cummings)


[este poema debió ser dicho hace muchos meses. ahora la sueño.
el poema es el cuerpo presente. presente como sombra.
oblicuo mantengo el abrazo que extraño.
su peso en mi cama
el olor de su piel.

como extraño nuestras mañanas.]